A lo largo de estos meses de campaña, en las reflexiones de los principios publicados del decálogo verde siguiendo los artículos de la Laudato Si´, hemos vuelto la mirada a la situación de la madre tierra y de las personas más olvidadas, hemos invitado a redescubrir modos de vida sencillos y sugerido cómo hacerlos posibles con gestos conscientes en nuestros comportamientos cotidianos, a apreciar y cuidar la rica diversidad de nuestro mundo, hemos animado a realizar una conversión personal, eclesial y comunitaria y a impulsar las decisiones necesarias aunque sean costosas.
En este séptimo principio, sin dejar de fijarnos en lo que nos interpela como personas responsables de lo que acontece en nuestra tierra, vamos a cambiar el foco y vamos constituirnos en voces que claman ante quienes detentan el poder de decisión en la política y en la economía, que finalmente orientan, fijan y condicionan en gran medida nuestro vivir.