Cáritas Diocesana de Valladolid celebra el Día Internacional del Voluntariado (5 de diciembre) haciendo público un manifiesto y con un Encuentro sobre el voluntariado el 1 de diciembre de 2025.
El manifiesto es un reconocimiento del voluntariado de Cáritas como «la fuerza silenciosa que transforma realidades» y «experiencia de Dios». Un voluntariado que trabaje por:
– Desvelar la injusticia siendo «denuncia profética y buena noticia para quienes han sido despechados por la vida».
– Vincular, no limitándose a «atender bien a una parte de la sociedad», sino asumiendo el reto de «que ambas orillas se encuentren, se reconozcan, se abracen».
– Participar, siendo «vida cristiana encarnada en el barrio, en la parroquia, en el entorno»
– Recrear, soñando con «la posibilidad de una sociedad más justa», «sabiendo que será realidad por nuestros compromisos humanos y, sobre todo, por la fuerza del Espíritu».
– Celebrar «cada paso, cada logro, cada fracaso, cada encuentro»
Por todo ello, es un día para dar las «gracias a todas las personas voluntarias por ser luz en medio de tantas sombras». Y resumiendo: «Gracias por ser Cáritas», como concluye el manifiesto.
Este agradecimiento es el que el Equipo Directivo de Cáritas expresó a los 101 agentes de Cáritas (voluntarios, párrocos, técnicos) que participaron el 1 de diciembre en un Encuentro de Voluntariado. Reunidos en torno al mensaje de la Campaña de Navidad de este año, con el lema: “El voluntariado hace que tener una vida digna deje de ser una cuestión de suerte”, las personas asistentes pudieron orar y reflexionar sobre cómo ser esperanza para las personas, hermanos y hermanas, que sufren los procesos de empobrecimiento y exclusión social, en particular con dificultades en cuanto a vivienda, empleo y migración. Tres frases resumen el diálogo compartido:
– Haciendo visibles a estas personas; siendo cercanas a ellas, con cariño, empatía, escucha; acompañándoles de una forma personalizada; y denunciando las situaciones injustas.
– Acompañando y amando a quien menos tiene, haciéndoles ver que no están solos transmitiéndoles que estamos con ellos; dándoles una oportunidad.
– Transmitiendo a la persona que la acompañamos porque nos importa, porque somos hermanas y hermanos.
Especialmente emotivo resultó el momento de agradecimiento a quienes tuvieron que dejar la acción voluntaria durante este año 2025, representadas en cinco personas asistentes, que manifestaron que, a pesar de esa circunstancia, siguen siendo Cáritas.
Concluyó el encuentro con un momento más lúdico. Una taza de chocolate facilitó la conversación distendida entre las personas voluntarias y el deseo de seguir encontrándose para seguir haciendo que “tener una vida digna deje de ser una cuestión de suerte”
