El Mensaje comienza constatando que "este tiempo nuestro, caracterizado por la globalización, con sus aspectos positivos y negativos, así como por sangrientos conflictos aún en curso, y por amenazas de guerra, reclama un compromiso renovado y concertado en la búsqueda del bien común, del desarrollo de todos los hombres y de todo el hombre. "
El Papa hace un llamamiento a trabajar por la paz, defendiendo y promoviendo la vida en su integridad, construyendo un nuevo modelo de desarrollo y de economía y proponiendo una pedagogía para una cultura de la paz. Para ello es necesario "cuidar la dimensión trascendente y el diálogo constante con Dios" y "cultivar la pasión por el bien común de la familia y la justicia social"
Termina el Mensaje pidiendo a Dios:
"que encienda las voluntades de todos los hombres para echar por tierra las barreras que dividen a los unos de los otros, para estrechar los vínculos de la mutua caridad, para fomentar la recíproca comprensión, para perdonar, en fin, a cuantos nos hayan injuriado. De esta manera, bajo su auspicio y amparo, todos los pueblos se abracen como hermanos y florezca y reine siempre entre ellos la tan anhelada paz.
Con esta invocación, pido que todos sean verdaderos trabajadores y constructores de paz, de modo que la ciudad del hombre crezca en fraterna concordia, en prosperidad y paz".
El mensaje completo puede leerse pinchando aquí.