El Tifón Haiyan, que el pasado 8 de noviembre azotó el centro de Filipinas con vientos de 275 km/h y olas de seis metros, ha dejado tras de sí un rastro de destrucción masiva en varias islas del país.
"Es la tormenta más fuerte y más grande que ha golpeado nunca el país. Ha afectado a una zona ya devastada por un terremoto. Estamos en una situación de máxima necesidad. Es una gran calamidad", ha señalado el Padre Edwin Gariguez, secretario ejecutivo de Cáritas Filipinas-NASSA.
Cáritas Filipinas ha activado un plan urgente de respuesta a la emergencia, para lo cual ha puesto en alerta a las 86 diócesis de todo el país.
IMÁGENES DE LA CATASTROFE EN FILIPINAS